ROSA MARÍA CHICO ROMERO, RESPONSABLE DEL ÁREA DE VISITAS DEL DEPARTAMENTO DE PROTOCOLO DEL SENADO
Rosa María Chico, tiene 52 años, está casada, le encanta viajar, leer y le entretiene ver series de Netflix. Su tiempo libre lo dedica a sus dos hijos mellizos, a su marido y a sus amigos y, aunque a veces le resulta un poco complicado debido a la responsabilidad que asume en el Senado, intenta ir dos o tres veces por semana al gimnasio. Emplea la mayoría del tiempo a su trabajo por lo que se define como una mujer ocupada.
P-¿Cómo llegaste hasta este puesto?
R-Como muchísima gente que se dedica a esto llegué por casualidad, primero estudié estadística así que imaginaros que lejos está del mundo del protocolo, pero aprobé una oposición, entre a trabajar en Cortes Generales, trabajando en la dirección de comisiones, con el Secretario General y caí por carambola en el departamento de protocolo, ahí fue cuando descubrí que me emocionaba este mundo. Posteriormente ya trabajando, empecé a formarme, hice cursos, pero no existía un grado especializado, y en cuanto salió en la Universidad Camilo José Cela me gradué en Protocolo y Organización de Eventos y llevo cerca de 20 años trabajando en el mundo del protocolo en esta institución
P-¿Siempre te llamó la atención el ámbito protocolario?
R-Pues curiosamente pensé que lo mío eran las matemáticas, es más, mi primer intento universitario fue una ingeniería informática, empecé estudiando en la Universidad Politécnica de Madrid, pero fijaros que curioso cómo estaba todo relacionado, una cabeza como la mía que era muy matemática lo bien que viene a la hora de organizar eventos, de determinar un desarrollo de una visita, una logística…
Antes de dedicarme a esto a mí me encantaba organizar los viajes de mis amigos, cuando nos íbamos por ahí era Rosa la que siempre organizaba.
Me hubiese gustado estudiar turismo en su momento, pero opté por las matemáticas, creo que siempre he tenido esa capacidad de organización y sin saber que realmente podía dedicarme a esto estaba ahí latente, hasta que finalmente conseguí dedicarme a ello profesionalmente.
P-¿Qué es lo más complicado de tu trabajo?
R-Voy a empezar por lo que considero que es más fácil, tener claro qué es lo que te encargan, es esencial la naturaleza del acto y seguir unos pasos que son estandarizados, sobre todo en esta institución en la que las cosas se hacen de una determinada manera, aunque eso no quiere decir que luego no las puedas variar, hay que ser flexible.
Lo más difícil es conseguir que todos los actores principales que intervienen en un acto o en una visita estén contentos, es muy complicado porque hay que concitar muchos intereses.
También hacer entender que el protocolo es orden y no es solo colocar bien una mesa o unas banderas, es esencial trasladar que no somos gente pesada, que se nos mete en la cabeza colocar a una persona en un determinado lugar, sino hacerle ver, y a veces no es fácil, que si dices que ese es su sitio es porque va a favorecer a que el acto, la visita o la secuencia vaya bien para él y para todos los asistentes.
P-¿Consideras que debería renovarse el protocolo de las instituciones del gobierno?
R-Siempre hay que renovarse, siempre hay que renovar todo, no se puede estar viviendo de las rentas.
Me parece muy muy respetable lo que te aportan los profesionales que llevan muchísimos años dedicados a esta profesión, la experiencia es maravillosa y es un punto a favor en cualquier sitio, ahora bien, hay que adaptarse a los nuevos tiempos en todos los aspectos. Por supuesto el protocolo, siempre lo digo, no ha de ser rígido, se han de respetar unas normas básicas y ha de ser adaptable a cada circunstancia y a cada momento.
El mundo es muy cambiante y yo en mi trabajo procuro renovarme día a día con lo que hago.
P-¿Cómo crees que debería ser un buen profesional de este sector?
R-Tiene que ser una persona valiente, atrevida y empática, siempre has de ponerte en el lugar de los demás, a mí cualquier cosa me sigue suponiendo cada día un reto, incluso una pequeña visita de un embajador. También tiene que ser una persona que busque dar lo mejor de sí misma y al ser un trabajo con mucha visibilidad se debe guardar la imagen profesional y ser una persona muy organizada.
P-Alguna anécdota graciosa o curiosa qué te ha pasado trabajando en el Senado
R-Por ejemplo, la visita de Estado del presidente de China fue muy laboriosa para todos los organismos que estuvimos implicados, recuerdo que tuvimos un montón de reuniones preparatorias a las que asistía directamente el embajador de China en España, imaginaros la importancia que tenía esta preparación.
Y aunque los participantes decían a todo que sí, luego se guardaron una serie de detalles de los que no recibimos aviso previo, como que el asistente del presidente de China le iba a dar el agua que ellos mismos traían o que le iban a poner unos cascos de interpretación que no eran los que teníamos previstos.
Antes de la visita del presidente de China vino el presidente de Israel, fue curioso porque venía con la esposa, habitualmente a las Cortes la visita es simplemente del jefe de Estado sin pareja, pero nos pidieron por favor si era posible que asistiera. Esta señora tenía problemas respiratorios y venía con una bombona, además de un asistente personal.
Más tarde, en Palacio, para la siguiente fase de la visita, su propio esposo el presidente de Israel tiró para adelante y dejó a la pobre señora con la bombona y sin la asistente y entonces qué hicimos, pues tirar todos para adelante, más tarde se incorporó la mujer en la siguiente fase.
P-¿Cómo ha cambiado la Universidad desde que terminaste?
R-Desde que terminé la carrera de estadística hasta que me formé en el grado de Protocolo de la Universidad Camilo José Cela, ha cambiado muchísimo, es verdad que me supuso un gran cambio.
Cuando empecé a estudiar en la Universidad Camilo José Cela me parecía todo muy moderno, al principio era muy gracioso porque costaba un poco adaptarse a las plataformas, pero creo que ahora la universidad es fantástica.
Me encanta esta forma de estudiar en la que hay que hacer mucho trabajo dinámico, antes era más teórico y aburrido y una carrera, como es la de Protocolo y Organización de Eventos, ha de ser súper dinámica ya que es de la manera que más se aprende.
Estoy viendo cómo evoluciona, incluyendo una serie asignaturas que no estaban y que me parecen fantásticas, además creo que las personas que lo están dirigiendo son conscientes de esa necesidad de ir variando y adaptándose a los nuevos tiempos.
P-¿Qué consejos le darías a una persona que termina la Universidad?
R-Que consejos voy a dar… pues lo que digo siempre, que todo lo que hagáis lo emprendáis con muchísima emoción, que deis lo más que podáis de vosotros, que nunca penséis que no vais a ser capaces de hacer algo.
También que aceptéis todas las practicas que os ofrezcan, aunque al principio parezca que no va con vosotros ni con lo que habéis estudiado, y sobre todo afrontar cualquier reto profesional con muchísima ilusión y sin miedo, con valentía.