Las Fallas son la fiesta más universal de Valencia, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Su nombre responde a los espectaculares monumentos escultóricos de madera y cartón piedra que se colocan en calles y plazas de la ciudad para ser admirados antes de que se quemen.
Este año se han celebrado del día 15 al 19 de marzo.
Las Fallas de 2022 serán recordadas como la más lluviosa desde que hay registros climáticos y además la menos soleada. De los 5 días grandes llovió 4, y solo durante el día 15 no hubo apenas precipitaciones.
La hostelería y el ocio en Valencia facturaron un 21,9% menos de lo que preveían para esa semana. Con respecto a las Fallas de 2019, los bares y restaurantes cifran un 23,9% menos, y pubs y discotecas un 9,5% menos.
La principal atracción son los cientos de fallas o monumentos falleros que se “plantan” en calles y plazas. Cada falla sigue una temática, a menudo representan personajes famosos o hacen criticas a temas de actualidad. Existe una competición oficial y un jurado evalúa las fallas que se presentan al concurso. Se aprecia tanto su arte como su significado y es emocionante verlas arder. Este año ardieron el 19 por la noche.
No pueden faltar los espectáculos pirotécnicos, desde las mascletás diarias- del 1 al 19 a las 14:00- a la Nit del Foc que fue en la noche del 18.
Tampoco puede faltar la Ofrenda de Flores a la Virgen de los Desamparados que se celebró el 17 y 18. Durante estos días miles de falleros de distintos barrios de la ciudad llevan flores a una gigantesca imagen de la patrona de Valencia colocada en la Plaza de la Virgen. Estas flores van formando un colorido manto cuyo diseño varía cada año.
La falla Convento Jerusalén-Matemàtic Marzan se llevó el primer premio de Sección Especial de las Fallas 2022 con su monumento 2030 que reflejó los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de sus escenas naturales.
El segundo premio fue para plaza del Pilar, con Jaque. Un monumento lleno de sátira política e inspirado en el ajedrez que mueve ficha contra los políticos valencianos, la monarquía, el Gobierno central y hasta Putin.
El tercer premio se lo llevó Cuba-Literat Azorín, con Excalibur. Un monumento de aires medievales poblado por las leyendas de Merlín, el Rey Arturo, Ginebra y la crítica política.