Un año más, el 28 de diciembre, la Fundación Inocente, Inocente organizará su famosa gala de televisión con el objetivo de recaudar fondos para cubrir las necesidades infantiles en España, como el cáncer infantil, la parálisis cerebral, las enfermedades raras o el síndrome de Down.
En esta gala solidaria, se realizan bromas con cámara oculta a distintas celebridades del país con la intención de hacer reír y disfrutar a los espectadores, quitando fuerza al drama que supone una enfermedad infantil. Cantantes, actores, deportistas y otros, participarán sin saberlo siendo los protagonistas de las bromas de la noche. Blanca Suárez, Lorena Castel, Tomás Roncero y Pablo López, entre otros, serán algunas de las víctimas este año.
La historia de esta velada comenzó hace mucho tiempo. En 1992 se estrenó en Telemadrid en modalidad programa, dirigido por José Miguel Contreras y presentado por Juanma López Iturriaga y Carmen Conesa. Tras un parón de dos años, en 1998 pasó a formar parte de la cadena Telecinco. Actualmente este es el undécimo año que se emite en Televisión Española en formato gala presentado por, además de Juanma, la famosa Anne Igartiburu.
Aunque el año anterior se recaudó 1,9 millones, una de las cifras más altas en la historia del programa y cumpliendo favorablemente su propósito, como organizadoras de eventos pensamos que la gala necesita una renovación, en nuestra opinión peca de tener patrones muy clásicos.
Para dotarla de modernidad, la clave radica en los maestros de ceremonia. El temperamento del presentador es el arma que transforma un programa en un show vanguardista o en una gala clásica. Al final, más allá de platós, vestuarios y luces, a la hora de generar un evento moderno todo se resume en tener al frente a un comunicador de carácter, que tenga actitud y control de la escena. Nuestra propuesta, en este caso, sería que solo hubiese un presentador. Pero no cualquiera, sino alguien que haya vivido en sus propias carnes lo que es una enfermedad infantil. ¿Por qué es necesario alguien así? Bueno, todo es cuestión de narrativa. Los relatos personales llegan al corazón, y de eso trata esta velada, ya no sólo de recaudar fondos sino de sensibilizar a una sociedad. Por eso mismo, nuestra propuesta para esta difícil labor sería Albert Espinosa, el cuál es capaz de convertir historias completamente dramáticas vividas por él mismo, en historias bellas que reflejan amor y dan una increíble lección de vida. Esto, envolvería la gala en un sentimiento de ternura, amor y esperanza, que elevaría muchísimo el significado del evento, ya no solo por las enfermedades, sino serviría como terapia para todos y nos haría reflexionar sobre nuestros problemas.
Otro aspecto a mejorar, es la cobertura en los medios de comunicación ya que apenas existe publicidad sobre el evento, por lo tanto, no llega a un público tan amplio como pueden ser los jóvenes; lo cual creemos que es un aspecto muy importante que ayudaría a provocar un cambio generacional en la audiencia. Esto se conseguiría traspasando el evento a redes sociales como Instagram o Tik Tok, jugando a viralizar momentos de la gala, ya que, esa técnica ha demostrado ser de las mejores para conseguir una gran alcance en el público.
Creemos que es un evento con un fondo impecable que no puede ir más acorde con esta época del año. Para donar fondos es tan sencillo como enviar un bizum al 33379 o a través de su página web Inocente, Inocente. Todos podemos ayudar en esta gran colaboración.
Articulo escrito por: Patricia Martín-Sanz, Rocio Vidaurre, Noelia Perez y Paula Sanchez.